
Erin D Marion
by Erin D Marion - Published hace 6 meses
Guía de Alimentación Sostenible
Es hora de comer. ¿Cuánto planeas lo que comes? Pensar en lo que hay en tu comida facilita el logro de tus objetivos de bienestar. Esto se debe a que la nutrición es importante, pero también lo es de dónde proviene tu comida. Comer de manera sostenible tiene muchos beneficios, para ti y el medio ambiente, y puede conducir a una mayor salud en general.
¿Cómo puede una dieta sostenible generar un impacto ambiental?
Lo que comes afecta al planeta, y elegir una dieta sostenible puede llevar a un suelo, agua y aire más saludables. Piensa en elegir alimentos sostenibles como votar con tus dólares alimenticios. Comprar estos alimentos les dice a los productores de alimentos lo que quieres. También los anima a concentrarse más en la producción de alimentos sostenibles y las prácticas ecológicas.
Cuando eliges frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos y carnes criadas o cosechadas de forma sostenible, estás ayudando a reducir los daños al medio ambiente.
Cultivar alimentos de manera sostenible significa utilizar menos agua, energía y productos químicos. Los productores de alimentos sostenibles reciclan los residuos o utilizan energías renovables. Verás que contribuyen menos a la erosión del suelo y la contaminación del agua. Algunas prácticas agrícolas incluso pueden crear importantes hábitats de vida silvestre.
9 Consejos para desarrollar hábitos alimenticios sostenibles
Cambiar a hábitos alimenticios sostenibles tiene sus desafíos, pero es un objetivo satisfactorio. El primer paso es cultivar la mentalidad correcta. Piénsalo como una rutina de ejercicios que comienzas después de una lesión. No te lanzas directamente a los ejercicios de alto impacto. Comienzas despacio, desarrollando tu resistencia y creando la fuerza y flexibilidad que deseas.
A medida que prepares tu mente, verás los alimentos de manera diferente y querrás aprender más sobre de dónde provienen y cómo se cultivaron. En poco tiempo, serás un profesional en comer de manera sostenible. Aquí tienes nueve consejos para ayudarte a tomar decisiones sostenibles.
1. Prioriza las plantas en tu dieta
Comer más plantas te ayuda a apoyar un estilo de agricultura más saludable. Según numerosos estudios, una dieta rica en alimentos de origen vegetal es menos dañina para la Tierra.
Mantener el ganado y otros animales criados para la carne requiere muchos recursos. Piense: agua, comida, tierra e incluso medicamentos. Muchos cereales, verduras, frutas y nueces requieren mucho menos de estos recursos. Esto significa que los productores pueden cultivar más alimentos de origen vegetal con menos insumos.
La nutrición sostenible se trata de producir (y comer) alimentos ecológicos para mantenerse saludable y evitar dañar el medio ambiente.
2. Considera cultivar tus propios alimentos
Ya sea que tenga un jardín pequeño, un balcón o simplemente un lugar soleado cerca de la ventana, puede cultivar algunas frutas y verduras deliciosas. Es fácil traer una jardinera que pueda llenarse con tierra vegetal rica en nutrientes. O, si desea flexionar sus músculos de bricolaje, podría construir una para que se ajuste al espacio.
Cultivar sus propios alimentos tiene muchos beneficios. Puede sentirse orgulloso de nutrir algo. También se siente bien saber que las frutas y verduras que consume son de cosecha propia y sin pesticidas. La producción de alimentos sostenible puede ser tan local como su patio trasero o balcón.
3. Abastécete de productos locales y de temporada
No todo el mundo tiene tiempo para cultivar alimentos en casa. ¡Está bien! Cuando compre alimentos, intente buscar productos de temporada primero. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos tiene una guía práctica para ayudarlo a saber qué está en su máxima frescura durante todo el año. Algunas regiones tienen diferentes temporadas de crecimiento, por lo que puede ver diferencias según dónde viva.
También puede buscar mercados de agricultores locales. Estos mercados tienen alimentos cultivados localmente para la venta, y puede encontrar una gran variedad de frutas, verduras y otros alimentos de temporada.
Comprar en mercados de agricultores también le da la oportunidad de charlar con agricultores locales. Es posible que escuche cómo ponen en práctica las prácticas agrícolas sostenibles para alimentar a las personas y ganarse la vida.
4. Prueba sustitutos de la carne roja
Estudios han demostrado que las dietas basadas en la carne no son buenas para el planeta. Por ejemplo, la cría de ganado puede llevar a:
- Suelo de baja calidad
- Suelo desnudo o deforestación
- Más emisiones de gases de efecto invernadero
Cuando cambies tus elecciones de alimentos de carne roja, considera alternativas como el pescado capturado de forma sostenible o el pollo criado en pastoreo. Estas proteínas animales son buenas para ti y no conducen al pastoreo intensivo de la tierra. También puedes probar alternativas vegetarianas o veganas sabrosas, como:
- Champiñones picados
- Tofu
- Tempeh
Estas proteínas de origen vegetal te brindan una textura carnosa y un sabor umami sin la carne.
5. Consume más tipos sostenibles de mariscos
La pesca también causa un impacto ambiental. La sobrepesca puede destruir muchas poblaciones de peces, y algunas pueden no recuperarse nunca. Al comprar mariscos, busca las fuentes de recolección de la tienda y verifica si tienen certificaciones como estas:
Los mariscos tienen diferentes beneficios para la salud que la carne roja, pero el tipo de pescado y cómo se prepara hacen la diferencia. ¿Te encuentras mirando esos paquetes de pescado rebozados en la tienda de comestibles? Es mejor disfrutar del pescado frito con moderación porque puede aumentar el riesgo de obstrucción de las arterias y accidente cerebrovascular. En cambio, prepara el pescado tú mismo.
Aquí hay algunos condimentos sabrosos para considerar:
- Jugo de limón
- Marinadas de hierbas
- Pimentón
- Mostaza seca
- Ajo
- Aceite de oliva
- Nueces tostadas
Además, algunos mariscos tienen cantidades más altas de mercurio, como el bacalao de aguas profundas, el jurel rey y el atún de ojo grande, que es importante evitar si estás embarazada o amamantando. Otras personas deben limitarse a consumir estos tipos de mariscos una vez a la semana. Los pescados bajos en mercurio incluyen: salmón, bacalao, eglefino, bagre, pescado blanco y lenguado, y se recomienda disfrutar de estos tipos de pescado varias veces a la semana.
6. Compra alimentos con envases ecológicos
Los plásticos y la espuma de un solo uso son un gran problema, causando contaminación oceánica y vertidos en vertederos. Muchos de estos productos no se descomponen. Otros permanecen durante cientos de años y liberan sustancias químicas nocivas. Este empaque de alimentos también daña la vida silvestre oceánica que consume accidentalmente microplásticos.
Los productos químicos de los envases de plástico también pueden afectar tu sistema endocrino, hormonas y otras células del cuerpo.
Aquí tienes algunas formas de ayudar al planeta y a tu salud:
- Haz todo lo posible para evitar los alimentos envasados en plástico, tanto en la tienda de comestibles como en los recipientes para llevar de los restaurantes.
- Elige envases sin partes de plástico.
- Olvídate de las bolsas de plástico para productos — utiliza tus bolsas reutilizables o lleva pequeñas bolsas de malla que sean fáciles de ver.
También puedes ponerte en contacto con organizaciones locales para conocer las acciones populares. Pueden tener oportunidades para presentar peticiones a los gobiernos locales o estatales para prohibir diferentes tipos de plásticos. Estas organizaciones también pueden presentar peticiones a las empresas de alimentos para que reduzcan el uso de plásticos en los envases.
7. Usa restos de comida para compostar
Dependiendo de dónde vivas, tu ciudad o pueblo puede tener un servicio de recogida de restos de comida. Estos programas mantienen una gran cantidad de residuos de comida fuera de los vertederos y reducen el gas metano que se produce al descomponerse la comida. Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA), casi el 60% del metano que se libera de los vertederos proviene de los alimentos que la gente tira.
Si tu región no tiene un programa de residuos de comida, crea tu propio compost en casa. Puedes usar esta materia orgánica para enriquecer tus jardineras o mejorar la salud de tu jardín. Utilizando prácticas alimentarias sostenibles, puedes generar compost para reciclarlo en la producción de la próxima temporada.
¿Qué pasa si no tienes un jardín? Hay muchos sistemas de compostaje de alimentos con poco o ningún olor que puedes instalar en tu cocina. Marcas como EarthHero, SCD Probiotics y Lomi tienen compostadores de interior que se adaptan a cualquier tamaño de hogar.
8. Diversifica tu dieta
Incluso si has cambiado a una dieta basada en plantas, debes mantener tu dieta diversa para obtener todos los macronutrientes y micronutrientes que necesitas.
Para ampliar tu dieta y enfocarte en una alimentación sostenible, elige alimentos de temporada. Por ejemplo, muchas verduras de raíz están listas para comer durante el verano y el otoño, mientras que las frutas de hueso y las bayas tienden a madurar a fines de la primavera y el verano. Por supuesto, el lugar donde vives puede afectar lo que crece. Algunos lugares pueden tener varias estaciones de crecimiento cada año, mientras que otros, especialmente las regiones del norte, solo tienen una.
Cuando diversificas tus hábitos alimenticios, también ayudas a tu flora intestinal. La salud intestinal mejora con una alimentación saludable. Estos nutrientes ayudan a tus bacterias buenas a proteger el tracto gastrointestinal de las bacterias malas y otros patógenos.
Mucha variedad de colores también lleva a una dieta naturalmente diversa y más verde que ayuda a tu cuerpo a mantenerse fuerte:
- Los alimentos morados y azules contienen antocianinas y polifenoles para estimular tu sistema inmunitario, la salud del cerebro y el estado de ánimo.
- Los alimentos rojos tienen antocianinas y carotenoides rojos para calmar la inflamación y apoyar tu salud inmunitaria.
- Los alimentos naranja y amarillos están llenos de carotenoides y luteína para apoyar la salud de tus ojos y tu intestino.
- Los alimentos verdes tienen vitamina K, folato y otros micronutrientes para ayudar a mejorar tu sistema cardiovascular.
9. Reduce el desperdicio de alimentos a través de planes de comidas
A veces, compras demasiada comida y no puedes comértela toda antes de que se eche a perder. O, tu preparación de alimentos genera más desperdicios de lo que esperabas. En lugar de lidiar con el desperdicio de alimentos, trabaja para prevenirlo. Los planes de comidas son una buena manera de mantener tus hábitos alimenticios interesantes mientras solo compras o preparas lo que necesitas.
Con la aplicación MyFitnessPal, tus datos sobre alimentos están todos en un solo lugar. La planificación de comidas te permite adaptar tus comidas para que se ajusten a cualquier restricción dietética o calórica. Además, puedes reducir el tiempo que dedicas a comprar comestibles y aún así llegar a casa con alimentos nutritivos para toda la semana.
Descubre deliciosas recetas en la aplicación y planifica lo que comerás cada día de la semana. Cualquier sobrante puede convertirse en nuevas comidas sostenibles con un tiempo de preparación mínimo.
Descubre nuestro plan Eat Green, saludable y ecológico
¿No estás seguro de cómo empezar con la sostenibilidad y la comida? Consejo: Utiliza el Plan Eat Green en la aplicación MyFitnessPal. Te enseñará más sobre comer de forma sostenible, además de ofrecerte recetas y consejos para reducir tu huella de carbono. Estamos aquí para ti y para el planeta, así que vamos a estar saludables juntos.
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